jueves, 1 de octubre de 2015

Marilú y la lluvia


Era una tarde soleada, Marilú la abejita, volaba de flor en flor recolectando el néctar de las flores.
A  pesar de estar horas y horas revoloteando de flor en flor, no sentía cansancio, sabía que tendría que llevar mucha miel a su colmena.
La abeja reina, tenía muchas bocas para alimentar, habia tenido hace algunos días atrás, muchas abejitas que necesitaba alimentar.
Marilú,  jugando y jugando entre las miles de flores, de jardín en jardín, se  equivocó de camino. No siguió a sus compañeras, por jugar de flor en flor, con las mariposas.
Ahora estaba perdida, ¡Cómo volvería a la colmena?
Vio al señor sapo y le preguntó- Señor sapo, ¡sabe usted dónde queda mi colmena?, respondió ligeramente, entre saltito y saltito- No se, No se, yo no fui, ni seré, a mi casa me iré.
Voló y voló, a una hormiga encontró, le preguntó; - señora hormiga, sabe usted, ¿dónde está mi colmena? Respondió muy asustada; -no se, no se nada.
Vio un caracol dormilón y le preguntó;- Sabe usted, señor caracol ¡Dónde queda mi colmena?, asomó su cabeza temeroso y  algo dormido respondió,- yo sabía no me acuerdo. por allí, por acá, por la vuelta, por allá.
Muy triste y sin esperanza, sobre una flor de margarita se quedó.
Un pájaro que pasaba volando le dijo a viva voz, este jardín es del Olvido y la Confusión, nunca podrás salir.!!

Marilú se asustó y contra una rama se golpeó.

El cielo se puso negro,  un relámpago  iluminó las nubes, y comenzó a rugir muy fuerte, hizo que Marilú, del susto, se cayera de una  flor   y una de sus patitas , se lastimó.

Así como pudo, caminando despacito, debajo de un hongo lastimada y asustada se quedó, la lluvia comenzaba a ser fuerte y copiosa, casi no podía ver, aquel bonito almendro que comenzaba a florecer.



Temblorosa y cansada, se refugió bajo el hongo, el césped estaba suave y húmedo , no podía volar con la fuerte lluvia, allí abajo , esperó que parara de llover y se quedó dormida.
En ese momento , con tanta lluvia y truenos, pasó una mariquita, con apuro y rapidito, bajo la hoja del limonero, encontró reparo de la tormenta.
Miró a un lado y al otro, cuando vio a Marilú dormida, ¿qué le habrá pasado a mi vecina?, pensó la mariquita.
Al terminar casi la lluvia, comenzó a salir el sol, con timidez entre las nubes, apareció un bonito Arcoiris.

Marilú despertó del sueño y vio con alegría a su pequeña vecina.
Se saludaron y Marilú le contó lo que pasó, a lo que la mariquita le respondió ;- no te preocupes, yo recuerdo el camino! , te llevaré entre mis alitas y volaremos juntas a la colmena-.
Le dio verguenza y pena , pero Marilú acepto ir con ella, volaron  entre árboles y flores,  y llegaron a la colmena , se bajó con la patita enferma,  le dio las gracias a su amiga, que se fue volando en busca de una flor.
La abeja madre le dijo enojada, te perdiste por despistada!!!! Hay que prestar atención, desde ese día Marilú, siguió a sus compañeras, y  nunca más se perdió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario